Nadie dice que, en el juego de las Damas, hayas de emplear las tradicionales fichas redondas. Así lo ha pensado el autor de este programa que sitúa el tablero de juego en un campo de batalla, con dos enemigos enfrentados y avanzando posiciones. El movimiento de cada soldado sigue las reglas del juego, pero cuando uno de ellos es cercado, la espada o la maza hace el resto. La diferencia con el juego tradicional se encuentra en la encadenación de capturas que este juego no te permite; los enemigos se capturan de uno en uno.